FACHADAS DE AZULEJOS O CERAMICA

FACHADAS DE AZULEJOS O CERÁMICA

Estamos en una región que tradicionalmente ha fabricado cerámica vidriada de gran calidad, de manera artesanal antes (Manises, Paterna) e industrialmente estos últimos años (Castellón). Por lo tanto, en esta zona, existirán muchos edificios que utilicen los azulejos como principal acabado de las fachadas. Pues no, no existen muchos edificios cuyo material de acabado sea el azulejo. ¿Porqué? Antes de responder a esa pregunta vamos a indagar en las bondades de la cerámica como recubrimiento.

A simple vista parece una superficie duradera, con muchísimas posibilidades plásticas (colores y texturas) que no requiere mantenimiento (casi se limpia solo), ¡un chollo! Efectivamente todos tenemos en casa tanto los cuartos de baño como las cocinas alicatadas hasta el techo (como reza la publicidad de cualquier promoción inmobiliaria que se precie). Hemos experimentado lo fácil que es limpiar un azulejo incluso en las duras condiciones de una cocina mediterránea (si la dieta mediterránea es tan buena es porque la cocina mediterránea lo soporta). Para poder colocar un azulejo a la intemperie se necesita que cumpla una condición básica, que no absorba agua, o que absorba poca, porque si no durante las heladas el agua atrapada se congela, dilata y rompe (esto le pasa a cualquier material de construcción frágil como ladrillos, piedras). Esta condición la cumplen la mayor parte de los azulejos fabricados hoy en día. Pero además se debe mantener adherido al soporte durante la vida útil del edificio y aquí es donde empiezan las dificultades.

En general, los edificios que están completamente revestidos de azulejos han soportado peor el paso del tiempo, asimismo los que sólo colocaron pequeños paneles protegidos por sus cuatro lados son los que mejor han resistido. De entre estos últimos está este edificio de la calle Jesús que me tiene conquistado desde el primer día que lo vi, amor a primera vista. Su disposición retirada y oblicua respecto a la Avda. Músico Peydró, las armoniosas proporciones de volúmenes y su relación con los grandes huecos. Y sobre todo esos pequeños paneles realizados con sencillos azulejos verde y blanco en perfecta combinación con las ventanas de madera pintadas del mismo verde... gracias a la contundencia de la composición el conjunto no se ve demasiado afectado por la falta de sensibilidad de alguno de sus vecinos que al cambiar las carpinterías no ha respetado el formato original.